miércoles, 27 de diciembre de 2006

Invitación al diálogo

Abrimos este Blog para invitar a los amables lectores a debatir nuevas ideas destinadas a impulsar los procesos de cambio social en América Latina. En tiempos sin paradigmas ni ideologías, serán las propias sociedades las que tendrán que conjugar los verbos de su progreso y equidad social. Los aportes de los intelectuales, más que nunca, son necesarios para enriquecer los debates.

Para ilustrar a los lectores sobre los bordes de mi pensamiento incluí, en esta primera edición de mi blog, el Prólogo de mi último libro Argentina Entrampada. Espero sirva de base para la discusión.

Para recuperar la Nación y asegurar su progreso económico y social será preciso implementar nuevas ideas de políticas públicas que complementen los medulares aportes realizados, en sus respectivos tiempos históricos, por las escuelas de pensamiento surgidas en torno a las contrastantes ideas de Adam Smith, Carlos Marx, John M. Keynes y Raúl Prebisch.
A excepción de la escuela Marxista, todas las otras formalizaron sus ideas en términos de dos actores sociales: estado e instituciones, por un lado y empresarios y mercados libres, por el otro. Sus grandes diferenciaciones, radicaban, básicamente, en la distinta posición que cada escuela atribuía a la participación de los respectivos actores sociales en la vida económica para sustentar la riqueza de las naciones y la felicidad de los ciudadanos. En este contexto, las ideas de la CEPAL fueron explícitamente proclives a la activa participación del estado mediante la inversión pública, la regulación económica y la planificación de las políticas de desarrollo.
Como es sabido, las últimas tres décadas de intensa Globalización terminaron por debilitar gran parte de los cimientos que sustentaron las ideas económicas del pasado dando origen a nuevas formas de organización económica en que la contracara del progreso económico concentrado y polarizado asume la forma de una creciente pobreza y exclusión social, como característica estructural, de inexorabilidad histórica, solo compatible con la resignación de los pobres y la caridad y compasión de los ganadores del sistema.
Las preocupaciones que dieron origen a este libro,
[1] anclan su esencia en la convicción de que Argentina, para superar sus graves problemas de crecimiento con equidad y empleo, tendrá que instituir, dentro y en los bordes del capitalismo, una nueva macroeconomía compatible con los requerimientos de tres regímenes económicos complementarios que posibiliten avanzar, simultáneamente, hacia un capitalismo competitivo de libre mercado, recrear una sólida y eficiente economía pública y organizar una nueva economía social-comunitaria. Para lograr tales propósitos, el país tendrá que legitimar formas avanzadas de participación social y de gestión territorial descentralizada dentro de su orden constitucional a fin de garantizar el mejor funcionamiento de su democracia representativa.
La conjunción de los referidos procesos de reforma en el orden económico y constitucional creará las condiciones sociales e institucionales necesarias para introducir profundas reformas políticas, económicas y sociales en la dinámica del sistema capitalista dominante a fin de potenciar los procesos de integración social-territorial y de acumulación y distribución más equitativa del excedente económico.
No serán reformas simples ni factibles de realizarse en poco tiempo. De aceptarse como políticas de estado, su realización exigirá, por lo menos, una generación. Tampoco serán fácilmente aceptadas por quienes representan, en la actualidad, la continuidad de aquella clase dominante nacida en pleno siglo XIX cuando el poder terrateniente, militar, religioso, comercial y financiero, decantaron alianzas entre el puerto y región pampeana para cristalizar la ideología conservadora que, si bien hizo posible la organización nacional, no permitió, hasta el presente, superar las extremas diferenciaciones sociales e intraregionales que presenta el país ni reducir su sensible dependencia cultural del capitalismo internacional.
La historia registra que el poder conservador, en alianza con el capital internacional, siempre estuvo presente en nuestro país digitando gobiernos militares y civiles, partidos políticos, grandes empresas, universidades y medios de comunicación para garantizar la preservación y expansión de sus tradicionales intereses. ¿Será posible, en democracia, cambiar la histórica matriz de poder que gobernó al país para viabilizar procesos de cambio que puedan agrandar la Nación y beneficiar también a las grandes mayorías? ¿Cómo hacerlo?
Este libro, reconociendo la historicidad y significación de los intereses tradicionales, posicionado en su afán de contribuir con nuevas ideas a la reconstrucción del país, se propone explorar nuevas formas de organización económica, administrativa e institucional para potenciar los procesos de transformación y desarrollo, incorporando, como fuente vital, las energías sociales, hasta hoy desperdiciadas, de los perdedores del sistema.
[1] “ARGENTINA ENTRAMPADA: ES POSIBLE UN DESARROLLO SIN DESEMPLEO NI POBREZA” ? Editorial Piso 12. Buenos Aires, 2005